M o l l s

Lies

I'm Molly. Like another person.

martes, 30 de noviembre de 2010

Apples, II.


Y nada es culpa tuya, Juan. En el presente inmenso camino con las flores que aquí te traigo y quiero entregárselas a tanta gente. Juan, hay un tipo de muchacha, sobre todo, que me aterroriza. Bastó con que empezara a llevarte las flores para que empezaran a sugir en mi camino. Es tu cumpleaños y amanecí sonriente, amándote tanto. Te imaginé amaneciendo en tu departamento plagado de objetos, de cuadros, tu viejo departamento parisiense donde si hubiera futuro quisiera perderme y que el miedo jamás me volviera a encontrar.

Tu piano, tu pasión por la música, tu pasión por algo, tus horas de estudio, la grandeza con que callado te enfrentas al trabajo mientras yo corro y quiero huir y huyo dejándote huellas para que me encuentres. Perdóname, Juan. Perdonarte qué, me preguntas siempre, mientras encuentras, siempre, también, la palabra más apropiada para que jamás se note que he intentado herirte. Tu piano, tus horas de estudio, tu departamento plagado de cuadernos de música, de tantos cuadros y de tantos objetos. Yo no puedo pintar los cuadros. Yo no te he obsequiado esos objetos. Perdóname, Juan. Perdonarte qué. Y mil veces, una palabra en inglés con la que en vez de descubrir la falla, la escondes, la evitas para siempre, con tanto amor, con tanta ternura, con toda la bondad del mundo. Me entrego a tus brazos cuando encuentras la palabra en inglés que embellece hasta el olvido lo que soy y eres capaz de convertir mis tentativas de huir en la travesura de una niña con futuro.

Pero todo es presente y hoy es tu cumpleaños y desperté soñando ya con tu departamento y con estas flores que aquí te traigo. "Le voy a comprar a Juan el más lindo ramo de flores que encuentre. Iré a comprarle las manzanas más podridas que se vendan en el mercado y, esta noche, cuando regrese de su viaje, tras haber triunfado en su concierto de Bruselas, encontrará las flores y podrá prepararse una compota". Juan, esto era todo mi programa para el día. Juan, esto es todo lo que tengo para todo el día. Nada más que hacer. Bueno, tal vez encontrarme con uno de los muchachos que odio, uno de los chicos con quien te engaño, y sobre valorarme diciendo que Juan regresa esta noche de otro triunfo en Bruselas, ocultando siempre que hoy cumples otra vez muchos años más que yo.




(Alfredo Bryce Echenique)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Apples, I.


Hay viajes, ni siquiera viajes, porque son simples recorridos por la ciudad, por un barrio de la ciudad, y que, sin embargo, resultan interminables, dolorosas aventuras de condensación, de descubrimiento. Y hay descubrimientos que no son más que el enorme resumen de todos nuestros problemas, Juan. "Las flores que aquí te traigo", me digo, me lo repito ansiosa de llegar a tu departamento, luchando con las esquinas, todas aquellas esquinas por las que puedo torcer a la derecha, a la izquierda, y nunca llevarte nada. Y aquella esquina definitiva por la que he deseado irme a veces para siempre. He tratado de hacerlo, pero ya sé, ya sé, tu amor gana, como todas las veces aquellas en que huí y te fui dejando huellas para que me encontraras. Nunca he amado así, tampoco, pero también a eso le tengo miedo. Contigo no hay pasado, contigo sólo hay presente, y contigo no hay futuro porque yo no quiero que haya futuro contigo. Y por eso, claro, es por eso que sólo hay este interminable presente. Ya te llevé las flores, ahí las encontrarás ante tu puerta, pero yo sigo andando y repitiéndome "las flores que aquí te traigo", y me duele horriblemente. Hoy he querido matarte. Te puse las manzanas medio podridas junto a las flores, y tomé conciencia de que con ellas podía matarte. Tomé conciencia sólo entonces. Hasta entonces eran un regalo porque te gustan así, medio podridas, para prepararte tus compotas. Ahí me vino la idea: encontrará las flores tan bellas, tan frescas; bellas, frescas y jóvenes como yo. Y como es un tipo demasiado sensible, como es un tipo que parece viejo junto a mí, mucho mayor que yo, verá el ramo de flores que soy yo, verá al llegar a su puerta las manzanas que son él, y comprenderá que he querido matarlo. Y eso lo matará. Lo matará. Aunque sea poco a poco. Cuando sepa que yo he pensado así, que he imaginado eso, que sabiendo todo eso no he retirado las manzanas, eso lo matará.




(Alfredo Bryce Echenique)

martes, 23 de noviembre de 2010

Wind


Campanas de viento. Adornos que cuelgan desde el techo hacia abajo, que hacen juego con las paredes, que bailan su propia melodía. Camapanas de viento, siempre me han gustado.
Un día sola en casa, tirada en el suelo, fumado un cigarro y pensando en cosas existenciales mientras todo alrededor sigue su curso normal. La típica manta en el suelo, el típico cigarro a la boca, la típica música autodestructiva. Las mismas ganas de morirse que vienen una vez a la semana o a veces más. Depende de la circunstancia.
Todo depende de la circunstancia.
Que me bese depende de eso. La manera en que me mire o simplemente me llame por teléfono.
Lo que planee para mi vida también depende de la circunstancia. Tal vez salga a hacer malabares, tal vez me inscriba en el gimnasio, tal vez me quede todo el verano sentada frente a un montón de lata o tal vez intente irme a Valparaíso por unos días.
Todo, maldita sea, todo depende de la circunstancia.
Incluso mis campanas. Ahora mismo podría darme el arranque de locura, y podría sacarlas todas para luego tirarlas a la basura.

Pero esta no es la circunstancia.

lunes, 22 de noviembre de 2010

@





FUCK YOU!







(@Facu's party. Red head, that's me!)

viernes, 19 de noviembre de 2010

click




Hey dude!, what is wrong with you?

martes, 16 de noviembre de 2010

R



Oye, te quiero (:


lunes, 15 de noviembre de 2010

hope






Just as the leaves changing colors



viernes, 12 de noviembre de 2010

letters.

Me acostumbré a tomar un lapiz y un papel cada noche y escribirle una carta. Cada una es la continuación de la otra.
Casi como un diario de vida. Tal vez no quiero que se pierda de nada.
Le reitero que la quiero, mucho. Que la extraño.
Sin embargo, parece como si esos papeles fueran a quedarse para siempre conmigo.

martes, 9 de noviembre de 2010




I N T E R N A D A .




9 letras que me mandaron en un segundo a la mierda.
Espero que estés bien, Catalina.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Kate.


Corrí como si el mundo fuera a acabarse. Tal vez, en el fondo, muy en el fondo, eso pasaba para ambas. Tomé la cartera y saqué de ella el móvil. Los dedos me temblaban, me costaba manipularlo, y mas aún me costaba apretar los botones correctos.
Dos timbres, y escuché su voz.

- ¿Qué pasa?
- ¿Dónde estás?
- En el auto. - Escuché la voz de alguien, probablemente su mamá. Le pedía que soltara el teléfono. "Entrégamelo, ahora."
Sin embargo, y con voz muy serena, le contestó "estoy hablando con Molly".

- No llores. - me dijo.
- No me pidas eso. Que te vaya bien. Te quiero. - Su madre seguía insistiendo en que le devolviera el teléfono.
- Oye, te quiero. - Me dijo con voz entrecortada.
- Recupérate.

Fue lo último que pude decirle antes de cortar la llamada.









Si ahora pudiera decirte algo, eso es que te adoro con gran parte de mi corazón. Que te apoyo, y que por sobre todas las cosas, quiero que te recuperes, que estés bien y que vuelvas a ser la misma que antes se reía con cualquier cosa que pude decir o hacer. Si pudiera decirte algo en este mismo momento, te diría que sin ti tal vez me hubiese perdido mucho más de lo que lo estoy. Que te quiero mucho. Que eres mi amiga, y siempre voy a querer lo mejor para tí. Te quiero mucho, Catalina. Vuelve pronto.



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martes, 2 de noviembre de 2010

Fear3.





El miedo al dolor, el olor a miedo.
Tu crees saber lo que es el miedo.
Yo sé lo que se siente tener miedo. Cada vez que el me prometía cosas que yo pensaba que iba a cumplir, cada vez que veía llamadas en mi móvil. Cuando mis amigas me pedían que no diera un paso más. (Lamentablemente, di 10.)
Sentí miedo cada vez que veía como se movía la aguja de la pesa.
Tuve miedo en las noches cuando mis padres se iban y una caja de medicamentos parecía observarme desde la esquina del mueble café.
Tengo miedo ahora, que me veo sola en este infinito. Ahora que que estoy sola.
Tengo mucho miedo.
A querer algo que ya no existe.
A querer algo que nunca existió.
Tengo miedo porque sé que fue un lindo error.
Ahora tengo miedo a no ser nunca más.







Volví a vomitar. Creo que nunca voy a salir de esto.

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El nudo en la garganta que suele apoderarse de mi cada cierto tiempo. Estoy horrenda.
"Que linda te ves hoy! pareceis una muñeca..." Sí, una muñeca bastante deteriorada.






Si fuese hombre, tal vez no sería bulímica.

lunes, 1 de noviembre de 2010

ñ

Tal vez no escriba ni una puta mierda más. Estoy harta de todo, de absolutamente toda la mierda de mi vida.