M o l l s

Lies

I'm Molly. Like another person.

martes, 13 de diciembre de 2011

Y entonces, le confesaste a él toda la verdad: No me querías, nunca me quisiste, y sólo fui tu juego experimental.





Jódete.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Historia a dos voces.

Que estuviera cegado por la droga ya había pasado a segundo plano. Yo solo sabía que tenía que estar ahí para él, porque tarde o temprano iba a necesitarme, y yo tenía que estar ahí para él.
Erase una vez una Ella y un Él.
Entró en mi vida muy rápido, tan rápido como la hierba se demora en subir al cerebro.
Ella podía esperarlo por mucho tiempo. Era una época fría. El frío los juntó aquella primera noche.
Estaba empapado, las gotas caían de su pelo, y sus ojos pardos irritados por el gas le anunciaban a Ella la sensualidad de aquella noche.
Nunca pensó que serían esos mismos ojos los que la torturarían una noche de noviembre, y muchas noches más. Era un criminal disfrazado de un chico de tan solo 15 años.
Vivíamos en un antro, el cual nunca pensamos que terminaría siendo el cómplice de una de las mas puras traiciones. La traición de Él, no solamente hacia Ella.
Tuvimos varias noches jubilosas, riéndonos como idiotas en medio del humo, humo ilegal, humo que más tarde, lo tendría a él mucho mas sumiso que a mi.
Durante una de esas noches de deleite, Él le confesó algo que tal vez fue sólo producto de aquella hierba quemándose en sus labios : Te amo.
Volaban en mi cabeza miles de pajaritos. Estaba estúpida por él, quería seguir su juego, quería mentirme a mi misma, quería seguir jugando el juego. ¿Quien daba más? Hasta ese momento no sabía que la perdedora sería yo.
"Voy a dejar que hagas conmigo lo que quieras esta noche"
Eran nuestros días, nuestros días en un paraíso artificial, con risas que provenían de la nada, con besos que iban y venían.
De pronto, el paraíso se estremeció. Hubo un intervalo en el cual por un día, Ella vio como todo lo que había construido se derrumbaba. Pensó que jamás volvería a dormir. Había un monstruo refugiado en cualquier parte, y tenia miedo de él. Ese monstruo, era el olvido.
Luego de eso, volví a sentir como estabas dentro de mi.
A veces quería matarte. Quería dormir contigo y amanecer con tu camisa en mi piel. A veces te odiaba. Quería dispararte desde atrás de la puerta, o tal vez quería beber tu sangre, tus labios, tu mirada.
Pobre pequeño. Aún tenia corazón, pero no para Ella.
El pánico, el beso en la frente, la nariz, la mejilla, el mentón, mi cuerpo tiritaba mientras me acercaba a tus labios. No pude. Deseché un papel en tu bolsillo, un papel que decía todo lo que quería para ti, mi casa, mi madre, la droga, la lujuria, tu, yo. Él, Ella.
Tuvo tanto miedo a ese monstruo, que corrió de él, corrió mientras lloraba que éste jamás se acercara, lloró hasta querer vomitar, lloró hasta querer volver hasta donde estaba Él para pedirle que la protegiera de aquel monstruo, lloró hasta que su garganta se cerró, sus pulmones se apretaron, el corazón se le escapó, y el aire dejó de entrar por su nariz.
Lloró mientras deseaba, mientras rogaba, mientras se consolaba de que todo eso iba a pasar.
Lloró por semanas, hasta que se dio cuenta de que el pequeño criminal había dejado que Ella fuera devorada por aquel monstruo al que tanto temía.

A veces lo odia mucho. A veces el recuerdo viene como esos días de frío en los que se desearon por primera vez.




Construías mi cuerpo mientras destruías mi mente, mi corazón.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Jueves 25, tu primera detención.

Me haces tanto daño (aún). Ayer fue la ultima vez que te vi. Recuerdas mi apellido, vaya. Que extraño. Te opones a mi boda con un perro. Vaya. Cruzamos una mirada, y me sonríes como la primera vez. No me queda más que bajar mi mirada, y querer matarte. Si, quiero matarte.
Porque era yo la que te iba a esperar afuera de la comisaria ese jueves 25. Ese jueves 25, en el que íbamos a cumplir 3 meses juntos. Era yo la que te iba a esperar con cigarros, con un poleron, con un abrazo y un beso en la frente.
¿Sabes como me dolió verla a ella parada en el mismo lugar en el que tu y yo estuvimos esperando una tarde entera al grupo de personas que estaba adentro de la comisaria? Parada ahí, en el mismo lugar en el que nos besamos y me dijiste tantas cosas.
Cuando ayer cruzábamos miradas, yo quería estar ahí, con mi cabeza apoyada en tus piernas, mientras me hacías cariño y tus dedos se enredaban en mi pelo. ¿Que saco con mentir? Quería estar ahí, contigo, que todo fuer como antes, que jugáramos, que fuéramos como antes. Quería lo de antes.
Por mas que luche contra tu fantasma, este siempre aparece para remover el polvo de mis recuerdos.
Por mas que piense que ya pasó todo, por más que luche contra mi misma, me duele mucho (aún)
Te odio (tanto.)
Te extraño (tanto.)
Te quiero (tanto.)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Se acabó nuestro invierno.

Ya no quiero dar ni una lagrima mas por ti. Llévate todo lo que te entregué, es tuyo. Llévate lo que fui contigo, fui tuya.
Llévate todas las cartas, llévate todos los besos, llévate todos los abrazos, las noches juntos, las veces en las que hicimos el amor, las caricias en la madrugada, las promesas que me hiciste, las palabras vacías que seguramente le repetiste a ella, llévate lo que proyectamos juntos, esa imagen tuya y mía en esa casa sola y sucia, llévate ese cinturón, ese sonido de tus cuerdas vocales, llévate esa noche en el teatro, llévate mi camisa, llévate lo que fui contigo, llévate las miradas entre el fuego, las risas entre el cigarro, el primer beso entre el agua, llévate el cariño que decías tenerme, llévate todos los recuerdos bonitos, las tomadas de manos, las caricias en mi cadera.
Llévate todo, Felipe. Es tuyo. Llévate lo que fui contigo. Fui tuya. Y no me lo devuelvas nunca más, y no me digas que me quieres nunca más, y no hagas nada por mi nunca más.
Quiero seguir respirando cada vez que te veo. Quiero que mis pulmones no dejen de trabajar cuando te veo, que mi corazón siga latiendo, y que en mi cara quede algo más que un rastro de un sonrisa incómodamente falsa.
Se acabó. Ahora de vuelta a lo mismo, a despertar sola, a caminar sola, ahora de vuelta a lo mismo.
Estoy drogada.
Lo extraño mucho.
Lo extraño mucho, aunque sé que esto ya no tiene remedio, y se acabó para siempre.
Infinitamente quebrada.
Lindas ultimas palabras, hubiera preferido que me dijeras que me odiabas.
Hubiera preferido que salieras a ver como lloraba.
Hubiera preferido que tú trataras de calmarme.
De verdad lo hubiera querido.

sábado, 19 de noviembre de 2011

KAPUT

Se acabó todo.

TE DEJÓ POR TONTA, MOLLY. MÍRATE QUE HORRIBLE QUE ESTÁS.