M o l l s

Lies

I'm Molly. Like another person.

lunes, 19 de septiembre de 2011

En resumen.


- Mírate, estás demasiado delgada.
- Mamá, es totalmente imposible que lo esté. Como mierda durante todo el día.

He pasado casi 3 meses alejada de casa. Y debo decir que ha sido una experiencia que me ha ayudado mucho (en todos los sentidos).

Duermo con aproximadamente 16 chicas, las que me han apoyado en muchos momentos, me han enseñado muchas cosas, me han acariciado, me han besado, me han aconsejado, me han acompañado a hacer cosas "malas". Me han ayudado a despejarme de toda esta mierda rutinaria en la que vivía.

He bajado de peso, estoy en 48 kilos. Casi no vomito, me mantengo con Ana.

Lo conocí hace un tiempo atrás, tal vez en marzo, tal vez a fines del año p
asado. Siempre me pareció guapo. Me agregó un día a eso que llamamos Facebook. Empezamos a hablar, a saludarnos y compartir cigarros. Un día, empezó una relación con una ex compañera de liceo y ex amiga. Seguimos hablando. Llevaba 6 meses con aquella muchacha pelirroja, dulce, celópata, perra, de piel clara y frenos. Está involucrado en el movimiento estudiantil de Chile, al igual que yo. Nos encontramos un día armando barricadas para cortar el tránsito en un paro nacional. Después de la agitación que una barricada implica, todos queríamos descansar. No había mucho espacio. Me acosté a su lado. Nos besamos.
Al día siguiente me lo encontré caminando cerca de un puente, yo había recogido una gata de la calle, y le ofrecí acompañarme a dejarla a mi liceo. Pasó de nuevo.
¿Creen en el destino, o en las casualidades? Me encontré con él durante una semana. No era que yo lo buscara, tan sólo aparecía ahí.
Luego de esa semana, empezamos a llamarnos, a vernos a solas, a vernos con amigos, a armar más barricadas juntos. Llevábamos 2 semanas viéndonos a diario, mientras él mantenía una relación paralela con su novia. Conoció a mi familia. Nuestro grupo de amigos empezó a darse cuenta de lo nuestro. Mis amigas me decían que dejara las cosas pasar, que el tiempo iba a ver que hacía con nosotros. Sus amigos le decían que dejara a aquella muchacha que le estaba haciendo mal. Terminó con ella finalmente. Llevamos más de 3 semanas en algo más que amistad. Me dice que le gusto mucho, que me quiere. Es recíproco.
Aún así me asusta. Aunque me hace muy feliz, me asusta el hecho de que fui su perra por dos semanas, me asusta que pueda hacer lo mismo que le hizo a la otra chica. Que yo pase a ser la traicionada, y todo termine mal, porque sé que tendría poco derecho a reclamar.
Me gusta, y mucho.
Lo quiero.
Me gusta cuando baja mi capucha y luego la suya para besarme.
O cuando me hace retroceder de la policía.
Me gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario