5.

Me sentaba a comer, y me daba asco.
Los problemas en mi familia cada vez eran mas grandes. Mi mamá peleaba mucho con mi papá, se sacaban cosas en cara, aunque nunca llegaron a violencia física.
Me encerraba a llorar en el baño, y comence a portar una navaja en mi billetera. Me cortaba siempre. Aunque debo reconocer que ese problema lo traía de antes.
Fue aproximadamente en 7º básico cuando empece a autoflagelarme. Tuve una discusión con mi amiga, una de esas que te dejan hasta mareada.
Me fuí a mi habitación y me azotaba contra la pared, me rasguñaba los brazos, hasta que las uñas no me dieron más y tome el cortacartón que estaba en el escritorio. La sensación fue... aliviadora.
Me sentí viva, como si cada vena de mi cuerpo enviara sangre a mi cerebro, como si todos mis músculos funcionaran. Me sentí viva.
Luego de eso no pude dejarlo.
Al igual que como me pasó con Mia.
Y miradme ahora.
Soy realmente patetica.





Amor, te extraño.